En los últimos años la cantidad de películas basadas en comics superó lo sueños más descabellados...
Chicos que trepan muros, científicos que luego de un accidente sus genes mutan, hombres que se transforman en antorchas vivientes y mujeres con poderes mentales.
No, no nos volvimos locos. Estamos hablando de esas personas especiales que todos los días tienen un trabajo inusual y difícil: salvar al mundo de villanos que quieren destruirlo o apoderarse de él.
Este fenómeno no es nuevo, ya desde 1940 se han hecho series o películas con personas reales basadas en superhéroes como The Green Hornet (El Avispón Verde).
En la década del 60 apareció la serie de Superman y luego más tarde aparecería la serie de Batman -famosa por su peleas con onomatopeyas- conocida a lo ancho y a lo largo del mundo. Y en cine se vio durante la década del ‘70 la tetralogía de Superman, que tenía como protagonista a Christopher Reeve, para el cual todavía no se encontró reemplazante.
Con el primer paso de Superman, no pasó mucho tiempo antes de que alguien viera que el mundo de los superhéroes era un negocio ávido de fans dispuestos a hacer cualquier cosa por ver a su héroe favorito en acción. El caso más rutilante es la serie de Hulk y en cine la saga de Batman. Con el estreno del Batman de Tim Burton (que se ganó el odio de muchos de los fans del “caballero de la noche”) este fenómeno que se había sepultado en su tiempo vio un resurgir con películas basadas en héroes como el Capitan América (1990), El Fantasma (1996), etc.
Tras el gran éxito cosechado por X-Men y Spider-Man los estudios se peleaban por hacer el próximo éxito de taquilla basado en un personaje de historietas y estos personajes se convirtieron en franquicias con sus secuelas. Estas dos alcanzaron el número 3, pero tal parece que en ese número no se quedarán -para regocijo de sus fans-; y algunas como "Los 4 fantásticos" (2005) van en esa dirección con su segunda parte ya estrenada . Esto ocurría porque el estreno de una película de esta índole tenía el éxito comercial asegurado (no así el argumental), en parte por el estímulo de ver los poderes en acción y por la gran base de fanáticos que pasarían del cómic al cine sin escalas. Hulk (2003), Daredevil (2003), Batman Begins (2005) son algunas de las películas basadas en los personajes de sus respectivos cómics que se produjeron gracias al éxito cosechado por las dos producciones anteriores, si hasta el hombre de acero sufriría su 2º adaptación en cine de la mano del director de las 2 primeras X-Men, Bryan Singer, no cosechando la misma aceptación que con sus dos adaptaciones anteriores.
Chicos que trepan muros, científicos que luego de un accidente sus genes mutan, hombres que se transforman en antorchas vivientes y mujeres con poderes mentales.
No, no nos volvimos locos. Estamos hablando de esas personas especiales que todos los días tienen un trabajo inusual y difícil: salvar al mundo de villanos que quieren destruirlo o apoderarse de él.
Este fenómeno no es nuevo, ya desde 1940 se han hecho series o películas con personas reales basadas en superhéroes como The Green Hornet (El Avispón Verde).
En la década del 60 apareció la serie de Superman y luego más tarde aparecería la serie de Batman -famosa por su peleas con onomatopeyas- conocida a lo ancho y a lo largo del mundo. Y en cine se vio durante la década del ‘70 la tetralogía de Superman, que tenía como protagonista a Christopher Reeve, para el cual todavía no se encontró reemplazante.
Con el primer paso de Superman, no pasó mucho tiempo antes de que alguien viera que el mundo de los superhéroes era un negocio ávido de fans dispuestos a hacer cualquier cosa por ver a su héroe favorito en acción. El caso más rutilante es la serie de Hulk y en cine la saga de Batman. Con el estreno del Batman de Tim Burton (que se ganó el odio de muchos de los fans del “caballero de la noche”) este fenómeno que se había sepultado en su tiempo vio un resurgir con películas basadas en héroes como el Capitan América (1990), El Fantasma (1996), etc.
Tras el gran éxito cosechado por X-Men y Spider-Man los estudios se peleaban por hacer el próximo éxito de taquilla basado en un personaje de historietas y estos personajes se convirtieron en franquicias con sus secuelas. Estas dos alcanzaron el número 3, pero tal parece que en ese número no se quedarán -para regocijo de sus fans-; y algunas como "Los 4 fantásticos" (2005) van en esa dirección con su segunda parte ya estrenada . Esto ocurría porque el estreno de una película de esta índole tenía el éxito comercial asegurado (no así el argumental), en parte por el estímulo de ver los poderes en acción y por la gran base de fanáticos que pasarían del cómic al cine sin escalas. Hulk (2003), Daredevil (2003), Batman Begins (2005) son algunas de las películas basadas en los personajes de sus respectivos cómics que se produjeron gracias al éxito cosechado por las dos producciones anteriores, si hasta el hombre de acero sufriría su 2º adaptación en cine de la mano del director de las 2 primeras X-Men, Bryan Singer, no cosechando la misma aceptación que con sus dos adaptaciones anteriores.
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